La Torre Prourban es un edificio de oficinas que se encuentra en el extremo norte de la Avenida 9 de Julio, junto a la Avenida del Libertador. Está en el barrio de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fue uno de los edificios emblemáticos de la ciudad a comienzos de la década de 1980, por su inconfundible silueta cilíndrica que le valió el apodo de El Rulero.
Durante la década de 1970
se desarrollaron numerosos proyectos inmobiliarios en la ciudad de
Buenos Aires. La apertura económica generada por la política del
ministro de la dictadura José Martínez de Hoz
facilitó la llegada de inversiones extranjeras, y una importante
renovación que permitió desarrollar el complejo de Catalinas Norte, un
denso frente de edificios de oficinas sobre la Avenida Leandro N. Alem y el surgimiento de proyectos sobre el eje de Avenida del Libertador que se consolidaría en la siguiente década.
Durante el gobierno militar, el empresario de la construcción Franco Macri
fue adquiriendo mayor importancia y creciendo, realizando importantes
trabajos para el Estado y emprendimientos privados con su constructora
SIDECO y su desarrolladora de proyectos Creaurban.
A fines de los años '70, Creaurban adquirió un terreno en Avenida del
Libertador en su esquina con la calle Carlos Pellegrini, por donde se
estaba terminando la extensión de la inconclusa Avenida 9 de Julio.
Encargó en 1978 al estudio de Flora Manteola, Javier Sánchez Gómez, Josefina Santos, Justo Solsona y Rafael Viñoly
que con Carlos Salaberry como arquitecto asociado, diseñó un edificio
de planta circular. El detalle de estructuras de volumen cilíndrico ya
había sido usado por M/SG/S/S/V, por ejemplo en los cuerpos centrales de
los bloques del Conjunto Piedrabuena. Años después, resurgirían en el proyecto de las Torres Mulieris de Puerto Madero.
Las obras estuvieron a cargo de las empresas constructoras Eugenio
Grassetto S.A. y SIDECO Americana S.A., y transcurrieron entre los años 1979 y 1983. Para ese momento, la Avenida 9 de Julio ya estaba terminada, y el Edificio Prourban pudo coronar su extremo norte, junto al Edificio Chacofi II (arquitectos: Lier y Tonconogy).
En 1986, la empresa automotriz Sevel,
también propiedad de Franco Macri, instaló en el remate de la torre la
publicidad más alta de ese momento en la Argentina, siendo también la de
mayor superficie hasta ese momento. Se trataba de una estructura de
perfiles de hierro y chapa, iluminada por neón, que mostraba los logos
de las marcas FIAT y Peugeot, fabricadas por Sevel en Argentina.1 Años más tarde, el mismo lugar lucía un cartel de la marca Chrysler, luego fue de CTI Móvil y actualmente, de Claro.
Es de hacer notar dos pequeñas curiosidades. En el edificio Chacofi II funcionan las oficinas de PDV (Petroleo de Venezuela) y por otro lado Franco Macri es el padre del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) quien acaba de construir un sistema de transporte por el medio de la Avda. 9 de Julio, destruyendo los tradicionales paseos arbolados que había en esa zona. Los árboles han sido trasplantados al parque Thais, donde hubiera quedado mucho mejor el masacote que recuerda a Alfredo Palacios. con lo que todo da una vuelta, una pirueta y se cierra.