¿Hay un mundo?
Estoy dudando de que exista.
Probablemente sea solo una ilusión, algo que el imaginario
colectivo inventó y lo repitió tantas veces que todos llegamos a creer que
existía realmente.
La vida pasa tan velozmente que no hay tiempo para existir.
Detenerse a leer, a ver una pintura, a disfrutar un paisaje
son cosas de alguna mente calenturienta.
Creemos que alguien se preocupa por nosotros y no nos damos
cuenta que estamos solos.
El “fast” se nos ha metido tanto en la sangre que hemos
perdido lo poco que teníamos para competir por la nada que creemos poseer.
¿Qué triste, no?
¡Que mierda que es todo esto!