PENSAMIENTO I
Se han ido cerrando los caminos.
El pasado se ha ido desvaneciendo y hoy me encuentro frente
a un sendero incierto, angustiante y desconocido.
Tal vez esté exagerando. Puede que sea más de lo mismo, pero
no me queda otra. Todo depende de mí.
Tengo sesenta y cuatro años. Me siento fuerte y vital. Pero
los años existen. Una cosa es lo que siento, otra la que puedo.
Se abre ante mi un paisaje tan viejo y conocido como nuevo e
incierto
¿La vida es eso? ¿Estar comenzando siempre? No lo sé. El
tiempo lo dirá.
Por ahora sigo vivo y no tengo otra alternativa más que
internarme en ese mundo que me obliga a seguir andando sin detenerme.
PENSAMIENTO II
Filosofía. ¡Que linda es la filosofía!
El hombre está compuesto por dos entidades, una emocional y
otra razonativa.
Frente a cualquier situación reacciona el ser emocional y el
juego consiste en que el ser racional se imponga y domine al otro lo más
rápidamente que pueda.
Razonadamente no es difícil comprender que estamos subidos
al último tren, que no tenemos revancha y que, por lo consiguiente, este debe
ser el tiempo del disfrute, del buen vivir, del “me importaunculismo”.
Hace un tiempo me regalaron un libro con un título que decía:
Más filosofía y menos Prozac.
¡Que fácil se dice! ¡Que difícil llevarlo a cabo!
¡Que linda que es la filosofía cuando se filosofa para los
otros!
Estoy cansado, con pocas fuerzas. Con muchas ganas pero
pocas fuerzas para luchar llevando adelante mis proyectos y luchar quitando los
palos en la rueda que me ponen a cada minuto.
La filosofía es muy bonita, solo que es para cuando no hay
problemas o se tiene la edad que te permite aplicarla sin temor a equivocarte.
PENSAMIENTO III
He vivido. No importa cuanto pero he vivido. Planté un
árbol, tuve un hijo y si bien no escribí un libro, he escrito lo suficiente
como para que alguno pueda armarlo.
He sido feliz y he pasado angustias.
He reído y he llorado.
Conocí mucho de lo que quería conocer y aun tengo mucho en
las alforjas esperando.
He llegado hasta donde he podido. No es poco.
Si no fui más lejos fue porque mi capacidad no dio para más.
No me quejo, estoy conforme.
Hubo cosas que quise y podría haberlas hecho pero fueron
dejadas de lado por decisión propia, por razones o motivos que me parecieron
más importantes
He pasado por una experiencia cercana a la muerte. Eso me ha
ayudado a no tenerle miedo.
Ya lo he dicho en otra oportunidad pero ahora viene al caso:
la muerte no es más que otro paso de la vida.
Podría decir que estoy hecho. No sé cuanto me queda ni cuanto
voy a seguir haciendo durante todo este tiempo.
Sé que me van a quedar innumerables cosas por hacer, así que
no me apuro. Hago de a uno y lo que puedo.
Cuando me toque me iré bien. Sin rencores, sin deudas
pendientes, sin frustraciones.
A esta altura del camino solo quisiera recorrerlo en paz,
haciendo, siempre haciendo, pero con tranquilidad.
Solo, pues, digo, solo pido piedad. A todos y todas, este
fin de fiesta, largo o corto, por favor, NO ME JODAN.